
Sin haberme conocido, ya me amaba. Sin haberme besado, sus labios acariciaban mi mejilla. Sin haberme tocado las manos, las tenía junto a las mias.
Sin haberme mirado, sus ojos se reflejaban en los mios. Sin haberme abrazado, me tenía cogida entre sus brazos y aún sin saber caminar, dabámos juntas los primeros pasos.
Ser madre es un hermoso regalo Dios, ¡qué bonito es ser mamá!.
ummmmm me la comiaa
ResponderEliminar