viernes, 28 de octubre de 2011

¿Truco o Trato?

¡Qué sorpresa! No conocía esta fiesta ni sabía de su existencia, papá y mamá nunca me habían hablado de ella.
Hoy al llegar a la guarde algo me decía que no era un día cualquiera, nuestras cuidadoras, tenían material preparado  para hacer disfraces. Nosotros les hemos ayudado y hemos colaborado para formarlo. El disfraz era para la fiesta de Halloween que celebraremos el domingo.  Con bolsas de basura nos hemos vestido de fantasmas, y hemos pintado una enorme calabaza a modo de colgante. ¡Qué miedo vernos a todos vestidos de negro! Ahora ya se lo que significa Hallowen, ¿Truco o Trato?


viernes, 21 de octubre de 2011

Onomástica

Hoy es el día de mi onomástica así lo dice el Santoral, Celia llevo por nombre que no está nada mal.

Hay que celebrarlo, lo merece la ocasión, pues es una vez al año a la que se le tiene devoción.

Gracias papá y mamá por este nombre tan hermoso que para una niña como yo elegisteis el más precioso. 

                                                        
                                                                                               21- Octubre- 2010

domingo, 16 de octubre de 2011

Una comida muy especial

Esta mañana, me he levantado a toda prisa, este día estaba señalado en mi agenda con: Una comida muy especial. Tenía invitación pendiente en casa de mi amiguita Sofía.

La ocasión requería ultimar todo tipo de detalles. He elegido el vestidito que más me gusta de la temporada, los zapatitos a juego y lazo en el pelo  del mismo color, aunque tengo que decir, que a la foto no ha llegado. Se lo digo a mamá, me gusta dejarme el pelo suelto, para que mis rizos queden bien marcados.

Sofía ya estaba impaciente, eran cerca de las 14:00h, pero sin hacerle esperar mucho más hemos llegado a su casa.

Un fuerte beso ha sido el saludo, y cual mi sorpresa que me esperaba un gran regalo por su parte. ¡Gracias Sofia!

Hemos comido, y aunque el menú para nosotras no ha sido muy especial, si que he probado las aceitunas por primera vez y me han encantado.

Nos hemos contado nuestras vidas y hemos charlado durante un largo rato, tanto ha sido así que ni siquiera el sueño de la siesta ha tenido cabida en este día.

Sobre las 17:00h ha llegado la despedida, y con el chocolate en los labios he dejado marcada mi huella en su cara, para que así se acuerde de mi.

Le he prometido que la próxima vez no va a pasar tanto tiempo para tener una comida especial, pero esperaremos a  que ella ya pueda andar para que así juntas podamos jugar.
  

viernes, 14 de octubre de 2011

¡Ya tengo 18!


Si, si, así es, ¡ya tengo 18!, hoy he cumplido la mayoría de edad, je, je, ¡que mayor!.

Estoy en Madrid para celebrarlo y al llegar a casa he posado en mi habitación como todos los cumplemes. 
Aquí guardo algunos de los muñecos que me regalaron cuando nací, les tengo mucho cariño y por eso son los primeros a los que sonrío cuando abro la puerta de la habitación.

Este fin de semana va a ser muy especial, compartiré dos días con quien más quiero,  con mis primitos Elsa y Carlos. Estoy deseando verlos y charlar un poquito. Tenemos muchas cosas que contarnos, los nuevos amigos de la guarde, compartir los juegos que aprendemos y sobre todo cantar las canciones que ya nos hemos aprendido.



domingo, 9 de octubre de 2011

Cosquillitas en el corazón


Aprovechando el domingo, mamá me ha contado un cuento que me ha gustado mucho. Aquí os lo dejo, quiero compartirlo con todos aquellos que leéis mi blog, para que como áquel niño, todos sintamos cosquillitas en el corazón.

Había una vez un niño que era muy feliz, , aunque no tenía muchos juguetes ni dinero. Él decía que lo que le hacía feliz era hacer cosas por los demás, y que eso le daba una sensación genial en su interior. Pero realmente nadie le creía, y pensaban que no andaba muy bien de la cabeza. Dedicaba todo el día a ayudar a los demás, a dar limosna y ayuda a los más pobres, a cuidar de los animales, y raras veces hacía nada para sí mismo.
Un día conoció a un famoso médico al que extrañó tanto su caso, que decidió investigarlo, y con un complejo sistema de cámaras y tubos, pudo grabar lo que ocurría en su interior. Lo que descubrieron fue sorprendente: cada vez que hacía algo bueno, un millar de angelitos diminutos aparecían para hacerle cosquillas justo en el corazón.
Aquello explicó la felicidad del niño, pero el médico siguió estudiando hasta descubrir que todos tenemos ese millar de angelitos en nuestro interior. La pena es que como hacemos tan pocas cosas buenas, andan todos aburridos haciendo el vago.
Y así se descubrió en qué consiste la felicidad, y gracias a ese niño todos sabemos qué hay que hacer para llegar a sentir cosquillitas en el corazón.
                                                                                                                                 Pedro Pablo Sacristán